¡Nos casamos!
Del bachillerato al altar

Nos conocimos cuando apenas comenzábamos a escribir nuestras propias historias, en los pasillos del CCH Oriente. Éramos solo unos adolescentes con mochilas llenas de libros, sueños y un mundo por descubrir. Nos cruzamos entre clases, compartimos risas, trabajos y quizá sin saberlo, dejamos una huella en el corazón del otro.
Después, la vida hizo lo suyo. Cada quien siguió su camino, tomamos rumbos distintos y, aunque el tiempo pasó —catorce años para ser exactos—, nunca dejamos de habitar, de alguna forma, en la memoria del otro.
Y como si la vida hubiese estado guardando el mejor capítulo para el final, nos reencontramos. Ya no éramos los mismos, pero algo en nuestra mirada seguía siendo familiar. Esta vez no dejamos que el tiempo nos volviera a separar. Decidimos caminar juntos, tomarnos de la mano y volver a escribir nuestra historia, pero ahora desde la madurez, con amor, con decisiones conscientes… con todo lo que somos.
Hoy, celebramos no solo el reencuentro, sino el amor que esperó su momento. El amor que supo esperar catorce años para volver a florecer. Y aquí estamos: de compañeros de bachillerato, a compañeros de vida.
